Es el producto resultante de la calcinación de la materia prima - "piedra caliza"- en hornos a temperaturas de alrededor de 900º/1000º C. Este proceso dura 4-5 días consecutivos, para que la calcinación de la materia prima sea lo más completa posible, y así tenemos un alto grado de cal de pureza. Una vez completado este proceso se somete a un cuidadoso proceso de selección para eliminar los residuos producidos durante la calcinación.