Después de una cuidadosa selección de cal viva en piedra cocida a través de un horno casero, se inicia un proceso de transformación física de forma mecánica, y en una primera fase se reduce a partículas de 0-20mm y se envía a los silos de almacenamiento. La segunda fase comienza con la "molienda", convirtiéndose en "polvo" y luego se lleva a cabo el embolsado, en una tercera fase.